sábado, 2 de agosto de 2008

La Agrado


Me llaman La Agrado, porque toda mi vida sólo he pretendido hacerle la vida agradable a los demás. Además de agradable, soy muy auténtica. ¡Miren qué cuerpo! Todo hecho a medida... Rasgado de ojos, ochenta mil. Nariz, doscientos mil...¡tirados a la basura!, porque un año después me la pusieron así de otro palizón. Ya sé que me da mucha personalidad, pero si llego a saberlo, ni me la toco.

Continúo... ¿Tetas? Dos... porque no soy ningún monstruo. Setenta mil cada una, pero éstas ya las tengo súper amortizadas. Silicon... ("¡¿dónde?!", pregunta un joven desde el público). Labios, frente, pómulos, cadera y culo. El litro cuesta unas cien mil, así que hechan la cuenta, porque yo ya la he perdido. Limadura de mandíbula, setenta mil. Depilación definitiva láser -porque la mujer también viene del mono, bueno, tanto o más que el hombre-, sesenta mil por sessión. Depende de lo barbuda que uno sea, lo normal es de dos a cuatro sesiones... Pero si eres folclórica necesitas más, claro.

Bueno, lo que les estaba diciendo es que cuesta mucho ser auténtica, señora. Y en estas cosas no hay que ser rácana... porque una es más auténtica cuanto más se parezcaa lo que se ha soñado de sí misma".

Discurso de la Agrado en "Todo sobre mi madre" de Almodóvar. Va por Cento que me acordé de él cuando escuché el discursito XD