sábado, 20 de junio de 2009

Crónicas del bus-nit 1

Sobre las dos de la noche cojo el autobús para volver a Cerdanyola desde Barcelona. Naturalmente para mi comodidad me siento en el asiento donde se pueden estirar las piernas pero maldita la gracia que se sientan alrededor mío dos chicos españoles, uno con camisa de tirantes mostrando sus pectorales y con toda pinta de gay (Javi) y otro con cara de friki (Felipe), y una chica asiática (no me atrevo a decir de dónde es, sólo sé que no es coreana y se llama Misha). El caso es que no llevaba MP3 con lo que escuchaba lo que decían los mozos y entre mil y una cosas que contaban de japoneses y animes y demases viene lo siguiente:

-Javi: Oye Felipe. ¿Has encontrado casa para cuando vayamos a Tokio?
-Felipe: Sí, he encontrado una casa bastante buena. Sólo hay un problema y es que no tenemos camas.
Javi: Cómo que no hay camas! Pero la casera es tonta o qué? No podría poner al menos una cama para los extranjeros que vienen a Tokio?
Felipe: No sé, no sé...
Javi: En fin, al menos habrá nevera no?
Felipe: Bueno, igualmente aunque no tengamos nevera podemos alimentarnos durante unos meses de cosas en lata no? No nos vamos a morir
Javi: Bueno, joder, pero yo quiero comer cosas buenas. Joder, quiero comer comida sana. Joder que me voy a volver "tísico"
FElipe: Sí, es que yo adelgazo otros 15 kg como vaya a ir allí. Entre tanta pobreza seguro que nos hacemos amigos de los vagabundos de Tokio y les diremos "no os preocupeis, nosotros somos estudiantes y no tenemos ni pá comer"
Javi: Joder, tío, pero no es plan. Que estamos acostumbrados a vivir bien y no quiero empezar a comer sólo latas de conservas. Me apetece lomo de cerdo y así
Felipe: Tu no te preocupes, que allí te lo envasan todo. Seguro qeu encuentras una lata de cerdo adobado o una lata con ciervo y cuernos dentro
Javi: ¡Ale no seas bestia! Pobre ciervo.
Felipe: ¡Bueno podríamos hacer spaguettis también!
JAvi: ¡Pero si no hay nevera!
Felipe: Bueno, pero para qué necesitas nevera. Los spaguettis se meten en un mueble y punto
Javi: Joder, pero si no hay cama como va a haber ollas! ¿Dónde cocemos los spaguettis?
Felipe: bueno compramos una olla
Javi: Si, ya, como que voy a pagar 20€ por una olla. ¡Já!
Felipe: Pero qué dices 20€! Si seguro que te cuesta 80 céntimos
Javi: Ale, 80 céntimos. Pero tú eres tonto o qué?
Misha: Sí, sí. Es que en Japón hay unas tiendas de todo a 80 céntimos...
Javi: Y también hay ollas y cosas por el estilo?
Misha: Sí, sí. También hay ollas y cosas por 80 céntimos.
Javi: Bueno, pero igualmente a mí me apetece también latas de atún. Que eso es dieta mediterránea.
Misha: Bueno, en Japón hay unas cuantas tiendas de latas de atún a 80 céntimos. Podrás comer tanto como quieras
Javi: Y el aceite de oliva?
Felipe: Pero tío, por qué no dejas en paz a los bocatas y los aceites de olivas?
Misha: Bueno, en japón hay unas tiendas donde encuentras el aceite de oliva a 80 céntimos...
Javi: pero el aceite de oliva será de oliva no? No será nada sintético o cosas así...¡qué yo soy sano!
Misha: "Ciento por ciento" natural!
Felipe: bueno, igualmente podemos ir a comer a restaurantes y tal. Al final nos lo pagan nuestros padres. Qué más nos da?
Javi: Tienes razón Felipe. Ahora nos queda el problema de la cama. Porque no vamos a comprar una cama para tan poco tiempo!
Misha: Yo me llevaré mi (esa cosa que se ponen los japoneses para dormir que está a ras del suelo, no me acuerdo del nombre) y mis ollas, y mis aceites de oliva para ir bien preparada
Javi: Pues yo me llevaré latas de atún en conseva
Misha: Se te pondrá cara de pez
Felipe: Y le saldrán bránqueas...acabará ahogándose por no saber respirar...

Algo así es la consersación. Me mondaba cuando lo de los 80 céntimos. Tan mona la asiática, lástima que se estuviese liando con Javi, el tipo qeu parecía gay (lástima de hombre XD). Felipe se baja en Ripollet y deja a la parejita dándose el lote delante de mis narices. JAvi baja en Serraperera y nos quedamos Misha y yo sentados frente a frente. Tenía ganas de iniciar una conversación con ella, pero no sabía si burlarme de ella por los 80 céntimos y así divertirme los últimos 3 minutos en el autobús. Al final no hice nada de eso y llegué a casa.