lunes, 20 de abril de 2009

Permitidme tutearos, imbéciles



Catetos presidentes/as y ex-presidentes/as. Inútiles ministros/as y ex-ministros/as. Estúpidos los que hacen las leyes de educación. Aburrido y viendo una película pesisérrima (el érrimo del pésimo) de Harrisson Ford cuyo título no quiero saber decido buscar temas sobre Bolonia. Me he encontrado este artículo de Pérez-Reverte, mordaz y sin pelos en la lengua, sobre la desastrosa educación española y cagándose en los "politicastros", en sus madres y en sus ocurrentes citas. Léanlo:


"Cuadrilla de golfos apandadores, unos y otros. Refraneros casticistas analfabetos de la derecha. Demagogos iletrados de la izquierda. Presidente de este Gobierno. Ex presidente del otro. Jefe de la patética oposición. Secretarios generales de partidos nacionales o de partidos autonómicos. Ministros y ex ministros –aquí matizaré ministros y ministras– de Educación y Cultura. Consejeros varios. Etcétera. No quiero que acabe el mes sin mentaros –el tuteo es deliberado– a la madre. Y me refiero a la madre de todos cuantos habéis tenido en vuestras manos infames la enseñanza pública en los últimos veinte o treinta años. De cuantos hacéis posible que este autocomplaciente país de mierda sea un país de más mierda todavía. De vosotros, torpes irresponsables, que extirpasteis de las aulas el latín, el griego, la Historia, la Literatura, la Geografía, el análisis inteligente, la capacidad de leer y por tanto de comprender el mundo, ciencias incluidas. De quienes, por incompetencia y desvergüenza, sois culpables de que España figure entre los países más incultos de Europa, nuestros jóvenes carezcan de comprensión lectora, los colegios privados se distancien cada vez más de los públicos en calidad de enseñanza, y los alumnos estén por debajo de la media en todas las materias evaluadas".

"Pero lo peor no es eso. Lo que me hace hervir la sangre es vuestra arrogante impunidad, vuestra ausencia de autocrítica y vuestra cateta contumacia. Aquí, como de costumbre, nadie asume la culpa de nada. Hace menos de un mes, al publicarse los desoladores datos del informe Pisa 2006, a los meapilas del Pepé les faltó tiempo para echar la culpa de todo a la Logse de Maravall y Solana –que, es cierto, deberían ser ahorcados tras un juicio de Nuremberg cultural–, pasando por alto que durante dos legislaturas, o sea, ocho años de posterior gobierno, el amigo Ansar y sus secuaces se estuvieron tocando literalmente la flor en materia de Educación, destrozando la enseñanza pública en beneficio de la privada y permitiendo, a cambio de pasteleo electoral, que cada cacique de pueblo hiciera su negocio en diecisiete sistemas educativos distintos, ajenos unos a otros, con efectos devastadores en el País Vasco y Cataluña. Y en cuanto al Pesoe que ahora nos conduce a la Arcadia feliz, ahí están las reacciones oficiales, con una consejera de Educación de la Junta de Andalucía, por ejemplo, que tras veinte años de gobierno ininterrumpido en su feudo, donde la cultura roza el subdesarrollo, tiene la desfachatez de cargarle el muerto al «retraso histórico». O una ministra de Educación, la señora Cabrera, capaz de afirmar impávida que los datos están fuera de contexto, que los alumnos españoles funcionan de maravilla, que «el sistema educativo español no sólo lo hace bien, sino que lo hace muy bien» y que éste no ha fracasado porque «es capaz de responder a los retos que tiene la sociedad», entre ellos el de que «los jóvenes tienen su propio lenguaje: el chat y el sms». Con dos cojones".

"Pero lo mejor ha sido lo tuyo, presidente –recuérdame que te lo comente la próxima vez que vayas a hacerte una foto a la Real Academia Española–. Deslumbrante, lo juro, eso de que «lo que más determina la educación de cada generación es la educación de sus padres», aunque tampoco estuvo mal lo de «hemos tenido muchas generaciones en España con un bajo rendimiento educativo, fruto del país que tenemos». Dicho de otro modo, lumbrera: que después de dos mil años de Hispania grecorromana, de Quintiliano a Miguel Delibes pasando por Cervantes, Quevedo, Galdós, Clarín o Machado, la gente buena, la culta, la preparada, la que por fin va a sacar a España del hoyo, vendrá en los próximos años, al fin, gracias a futuros padres felizmente formados por tus ministros y ministras, tus Loes, tus educaciones para la ciudadanía, tu género y génera, tus pedagogos cantamañanas, tu falta de autoridad en las aulas, tu igualitarismo escolar en la mediocridad y falta de incentivo al esfuerzo, tus universitarios apáticos y tus alumnos de cuatro suspensos y tira p’alante. Pues la culpa de que ahora la cosa ande chunga, la causa de tanto disparate, descoordinación, confusión y agrafía, no la tenéis los políticos culturalmente planos. Niet. La tiene el bajo rendimiento educativo de Ortega y Gasset, Unamuno, Cajal, Menéndez Pidal, Manuel Seco, Julián Marías o Gregorio Salvador, o el de la gente que estudió bajo el franquismo: Juan Marsé, Muñoz Molina, Carmen Iglesias, José Manuel Sánchez Ron, Ignacio Bosque, Margarita Salas, Luis Mateo Díez, Álvaro Pombo, Francisco Rico y algunos otros analfabetos, padres o no, entre los que generacionalmente me incluyo."

"Qué miedo me dais algunos, rediós. En serio. Cuánto más peligro tiene un imbécil que un malvado."

Arturo Pérez-Reverte, XL Semanal 1052, 23-29 de diciembre del 2007.

6 comentarios:

Moli dijo...

Mente sana in corpore sano. Ahora España es el orgullo del deporte mundial. Quizás en la época de Quevedo, Machado, Cervantes, Cajal y otros ilustres genios vieron cómo de inteligentes llegaban a ser pero que viejunos estaban. Quizás allí nació el plan "Espanya Corporación Dermoestética" y decidieron que en los próximos 500 años se trabajarían el cuerpo para luego volver a pensar de nuevo y crear la superraza!
No, mi razonamiento no surge, ahora hay mas obesidad que nunca y subiendo!
Pues si que vamos mal...

Ulises dijo...

Yo creo que la idea de "Espanya corporación dermoestética" es de Góngora para operarse la nariz y así evitar las cartitas de amor de Quevedo, "Érase un hombre a una nariz pegado...". La educación en España es un asco, al menos eso demuestran las cifras. Hay dos posibilidades: Que los españoles somos más tontos que los europeos -en promedio-, o que el sistema educativo falla en algo -o en todo-. Yo me decanto por lo segundo, porque ante todo iguales. ¡No van a ser esos "perros ingleses" más inteligentes que nosotros! Tal vez sí

Anónimo dijo...

me gusta, me gustas, te quiero.a estas horas y con solo Eutirox entre pecho y espalda no doy para mas.Bon dia tenguis.Un beso.

Anónimo dijo...

Muy genial, como siempre, nuestro Pérez-Reverte, que de verte y reverte no me canso.

Hace falta.

Madame B.

Albert Pou dijo...

No pretendo ser más carca/capullo de lo que soy, pero la utilización del término pesisérrima como érrimo de pésimo es incorrecto. El vocablo correcto seria paupérrimo. Todo lo demás perfecto. :D Ya ire comentando...
y no sólo tonterias como ésta...

Ulises dijo...

Albert, lo de pesisérrimo lo he escrito adrede. No sabía que se decía paupérrimo pero para exagerar suelo escribir las palabras acabadas en érrimo, i.e. limpisérrimos.

A tercera opinión: Se van recortando cada vez más los gastos en educación pública y se recorta cada vez más lo que se enseña en la escuela, y lógicamente tienen que cambiar las preguntas del trivial ya que sino el juego será eterno al no saber nadie las respuestas a las preguntas...en fin, esto es lo que hacen los gobiernos