viernes, 8 de mayo de 2009

Lecciones prácticas de Física

La política, que es el arte de lo posible, parece confirmar a diario la broma de Einstein: “Dios no juega a los dados”, para recoger a continuación la sentencia teresiana de “Dios escribe recto sobre renglones torcidos”. Y eso que Einstein no conocía la política española de hoy, lo que le confirma doblemente como un genio. A su modo quería decir que Dios, el creador del Universo, había hecho las cosas bien, pero que somos los hombres los que distorsionamos con la mirada su creación. Así que la muerte, la injusticia, el hambre, la enfermedad tienen una lógica divina aunque nosotros lo apreciemos como mensajes en renglones torcidos. Retorcidos, diría yo.

Siento que Einstein ya no esté entre nosotros porque así nos ilustraría sobre la diferencia de comportamiento de la física clásica y la mecánica cuántica, el mundo de lo pequeño, donde todo es mucho más impredecible, como en el juego de los dados.

En la física clásica, a nivel de todo el Estado, la política del PP y del PSOE resultan irreconciliables. Un discurso a muerte entre fachas y progres, entre comehostias y ateos, entre gente de moral inquebrantable y abortistas y mariquitas. En ese nivel, ambos partidos buscan nuestro bienestar, pero mediante métodos y discursos opuestos. En cambio, en la mecánica cuántica, en la micropolítica, pueden convivir y compartir idénticos afanes.

En la física clásica, el PP intenta tumbar los Presupuestos Generales del Estado porque generan más paro y más endeudamiento. Pero, en la cuántica del País Vasco, apoya la designación como lehendakari de un socialista que promete, en su discurso de investidura, un mayor endeudamiento para paliar los efectos de la crisis. No están locos, no es un trastorno bipolar, es un problema cuántico.

En la física clásica se matan a insultos. Pero cuando descienden a la mecánica cuántica se aplauden. Joder con los renglones torcidos.

Por Manolo Seco, al diario Público

5 comentarios:

EL MUNDO dijo...

Sin ser neurólogo confirmo que tenemos dos hemisferios dentro de la cabeza. Uno es positivo y el otro negativo. Izquierdo y derecho. Como ya sabemos, no tenemos la capacidad de extraernos una de las partes por muy del PP o del PSOE que seamos cada uno, no queda mas remedio que dejarlas ahí. La política se asemeja también a nuestra sesera y por mucho que uno quiera siempre cabe la posibilidad de irse al otro lado por aquello de ser la mejor opción en ese momento. Al final tanto conviven la derecha con la izquierda que para no tener que volvernos locos acabamos gestionando nuestras decisiones alternativamente, aunque predomine una de los. Razón esta que me lleva a no considerar a ninguna de las dos como una verdad absoluta.

Antoñito dijo...

Siguiendo el razonamiento de EL MUNDO, sin ser urólogo, todos (los varones) tenemos dos huevos, uno p'hacer niñas y otro p’hacer niños, uno izquierdo y otro derecho, uno bueno y otro malo.
¿Ande’stá mi cojón derecho?

Antoñito dijo...

Bien, físicas clásicas y mecánicas cuánticas al margen, soy tan tonto que no entiendo en esto ningúna “cristofenia” ni bipolaridad alguna; aquí lo que hay, es mucha cara, oiga.
Aquí lo que hay es:
USTED no puede negociar con ETA.
USTED no puede meter mano en la caja.
USTED no puede abortar.
USTED no puede ser un ¿cómo lo llaman? invertido.
USTED no puede tener amigos presidentes latinoamericanos.
USTED no puede coincidir con un juez.
USTED no puede tener un sueldo por encima del salario mínimo interprofesional.
USTED no puede tener una casa en la playa.
USTED no puede divorciarse.
USTED no puede mirar con estos ojitos a los monaguillos.
USTED no puede adoctrinar a los muchachos.
USTED no puede ser tan hijoputa como lo soy yo, vamos.

Ulises dijo...

Curioso que el autor sea capaz (o intente) relacionar la física cuántica (y no cuántica) con la política estatal y comunitaria, concretamente la de Euskadi. ¡Quién lo hubiera dicho!

Hoy en la televisión, en uno de esos programas matutinos, sacan a escena a una mujer superdotada hablando del sistema educativo y el abandono, por parte del sistema educativo, de los chavales con CI superior a la media. El caso es que mensajes de ésos que envían los telespectadores al programa decían "Gente como ella tendrían que dirigir los países". En mi opinión, que una persona sea inteligente no es sinónimo de ser buen administrador. Bernat Soria es un emérito investigador sobre las células madres y catedrático de fisiología y tampoco no es que haya cambiado la situación. El buen gestor es el que sabe encontrar problemas y encontrar soluciones al susodicho. En mi opinión.

PD: Los comentarios anteriores son comentarios hechos al texto original en la página del diario Público.

Anónimo dijo...

Arzallus interpetrara que los vascos son unos cuantos.LA QUE ESTA LIANDO ZAPATERO. Tekimu.